La medida fue tomada tras un pedido en ese sentido de Gustavo Feldman, apoderado de los querellantes Manuel Casado y Carlos Abalos, víctimas de torturas en la última dictadura, en una causa que ya tiene procesados y encarcelados.

Entre los imputados figuran los ex tenientes coroneles Pascual Oscar Guerrieri, Jorge Fariña (arrestados y procesados), Rubén Cervera y el ex capitán Horacio Maderna (acusados).

Cabe aclarar que a Balza se lo cita sólo como testigo. El planteo de Feldman, que tiene su origen en 2005, nació tras una carta de lectores que el otrora jefe del Ejército mandó a un diario porteño en la que recordaba las instrucciones que en los años 70 los comandantes de las tres armas daban a sus subordinados para el desarrollo de los acciones represivas.

Esa carta ayudó a algunos acusados a abonar la teoría de la "obediencia debida". El razonamiento de Feldman, en cambio, apuntó a que si un ex alto oficial del Ejército da cuenta décadas después de la efectiva existencia de un plan criminal, debe ser citado para ayudar a esclarecer la verdad.

Feldman declaró a LaCapital que para él la medida de Bailaque "resulta imprescindible" ya que "el testimonio a prestar cara a cara entre el juez y las partes va a permitir ahondar sobre cuestiones fundamentales".

Afirmó también que "hay dos cuestiones a destacar; una, el cargo que tuvo Balza, comandante del Ejército, y la otra, la nota de ejemplaridad en cuanto a tratar de esclarecer la verdad de lo que ocurrió en aquellos años".

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