Además, yo ignoro algo que quizás haya sido dicho bajo secreto de confesión: ¿quién reconoció ser el victimario de Rómulo Artieda? ¿Cuándo fue que pidió perdón?

Si alguien cree que debo reconciliarme, le solicito que me ayude, dígame con quién. Porque si se refiere a los detenidos de la “Causa RI9”, donde se investiga entre otras cosas, precisamente la suerte de Rómulo, no encuentro allí más que personas que refieren “no haber estado en la ciudad”, “no haber estado en actividad” o “no saber nada del tema” y paradójicamente sus acólitos refieren que nos salvaron de la “subversión apátrida”. ¿Cuándo, si no estaban? ¿O sí estaban?

En fin, solo escucho que culpan a los enfermos (Nicolaides) o a los muertos (Jándula) o a “desconocidos” que al parecer ingresaban al RI9 sin restricción alguna. No escuché un solo arrepentido.

Por eso reitero, yo estoy dispuesto a reconciliarme si me refieren en primer término porqué debo hacerlo, si no me he peleado con nadie, y finalmente con quién debo hacerlo. Si no pueden responder estos interrogantes, seamos serios, entendamos de una vez que la justicia reconcilia per sé a la sociedad, que la impunidad la disocia y que los crímenes, en toda sociedad moderna, deben ser objeto de Juicio y Castigo. Solo eso pedimos.

Diego Cazorla Artieda