Sus familiares han expresado angustia e incertidumbre por las circunstancias en que ocurrieron estas misteriosas desapariciones en las calles de Medellín y el valle del Aburrá, y las organizaciones defensoras de Derechos Humanos también han expuesto su profunda preocupación por estos extraños episodios.

Según los investigadores y judiciales a la fecha existen reportes de 13 personas desaparecidas en misteriosas circunstancias, sin que hasta el momento se tenga noticia alguna de su paradero, los posibles móviles y los presuntos autores del hecho.

El más reciente caso reportado es el de Juan Pablo Rojas Raigoza, ingeniero industrial y docente de la Universidad de Antioquia, visto por última vez el 26 de marzo, cuando se dirigía a su sitio de trabajo en un reconocido almacén de cadena.

También desapareció el pasado doce de marzo la señora Dora Patricia Acosta Jaramillo, residente en el municipio de Bello, norte del Valle de Aburrá, quien salió a realizar diligencias personales, pero nunca regresó a casa.

Familiares y allegados de ambas víctimas coinciden en afirmar que no existían amenazas, conflictos o dificultades graves sobre ellas, lo que aumenta aún más el desconcierto sobre los casos.

Los organismos de seguridad también recibieron la denuncia por la desaparición de los hermanos Jesús Daniel y John Emilio Robledo Zea y de David Mena Buenaño, los tres oriundos de Tutunendo, Chocó, quienes el pasado 4 de febrero fueron sacados de su residencia en el barrio 8 de marzo, oriente de Medellín, por un grupo de hombres fuertemente armados.

Hasta la fecha no se conoce información sobre su situación, y por esta circunstancias el resto de sus familiares regresaron de Medellín a su tierra natal en Chocó.

OTRAS DESAPARICIONES

Las extrañas desapariciones también han golpeado a miembros de los cuerpos de seguridad.

Hasta el momento sigue desaparecido José Adrián Arboleda, miembro de la Seccional de Inteligencia y Policía Judicial, quien se comunicó con su familia por última vez el pasado 4 de febrero.

Tampoco se ha podido seguir el rastro de Héctor Fernando Sánchez Duque, agente del Departamento Administrativo de Seguridad, desaparecido el pasado 15 de marzo.

Otras personas desaparecidas misteriosamente son los comerciantes Liliam Estela Díaz y su esposo José Hernando Echeverri, vistos por última vez el 19 de febrero; los también comerciantes Wílber Eliécer Bedoya Galvis, Róbinson Hernández y Gildardo Moreno, quienes desaparecieron el 13 de febrero mientras se movilizaban en su vehículo; el joven rescatista Édison Humberto Pérez, quien salió de su casa, ubicada en el barrio Manrique, el domingo 17 de febrero y aún no ha regresado y de Manuel Urrutia, director encargado de Municipios Asociados de Urabá, quien desapareció de forma extraña el pasado 27 de febrero.

Otros hechos extraños

Los investigadores también trabajan en el esclarecimiento de los homicidios cometidos por desconocidos contra personas que inicialmente han sido desaparecidas forzosamente y luego aparecen con signos de tortura.

Según los reportes del IPC, bajo esta modalidad han ocurrido 11 homicidios hasta el momento.

Una de estas muertes es la de Duván Alexis Osorio, joven de 22 años, quien desapareció el 1 de marzo del barrio Andalucía, nororiente de la ciudad, y reportado días después como “guerrillero dado de baja en combate” por el Ejército en la vereda Santa Bárbara de Toboto, municipio de Duitama, departamento de Boyacá.

Según el Instituto Popular de Capacitación, el 6 de marzo fueros retenidos en el barrio Andalucía dos jóvenes por hombres armados que los obligaron a subir a un vehículo en el que fueron llevados a zona rural de un municipio del Oriente cercano, y allí fueron torturados y acusados de pertenecer a grupos guerrilleros.

A uno de ellos lo dejaron en libertad y retornó a su barrio, pero del otro no se tiene noticia alguna.

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