Una de las solicitudes tiene que ver con la muerte de Cecilia Fontana de Heber, un episodio que según investigaciones del propio diario involucró a la antigua Dirección Nacional de Información e Inteligencia y a grupos de ultraderecha, con apoyo de la CIA y la embajada estadounidense aquí.

El 5 de septiembre de 1978, la esposa del dirigente nacionalista Mario Heber cayó fulminada tras beber un trago de vino blanco procedente de una de tres botellas enviadas en forma anónima al propio Heber y a sus correligionarios Luis Alberto Lacalle y Carlos Julio Pereyra.

Ese día sesionaba aquí el Consejo de Seguridad Nacional, en medio de rumores de que los militares sustituirían al presidente de facto Aparicio Méndez con un triunvirato conformado por el jefe del Ejército, Gregorio Álvarez, y por dos representantes de los partidos tradicionales.

El Departamento de Estado norteamericano no estaba interesado en el cese de los regímenes dictatoriales del Cono Sur latinoamericano. Uno de los grupos del Partido Nacional (PN), entre los que figuraban Heber, Lacalle y Pereyra, abogaba por el cese de la dictadura.

La solicitud de Vázquez se produce luego de una negativa norteamericana a desclasificar el caso con el pretexto de que implica a “fuentes y métodos” de la CIA, sus acciones, agentes e informantes rentados.

El mandatario también pidió a Washington documentación relacionada con la desaparición de decenas de opositores durante el período dictatorial, como parte de la Operación Cóndor, que según estudios recibió apoyo y financiamiento por parte de Estados Unidos.