En el acto, los participantes van a cuestionar las penas que están siendo imputadas, con 35 años de atraso, a los marinos que tuvieron diferentes responsabilidades en la Masacre de Trelew -ocurrida el 22 de agosto de 1972.

"El castigo -cuando llega- llega tarde y muchas veces por la mitad. Por eso llamamos a la sociedad a exigir un real castigo para esos asesinos del pueblo, para que no terminen cumpliendo su condena en la comodidad de sus casas. Debemos exigir que sean juzgados por crímenes de lesa humanidad y cumplan condena en cárceles comunes", dice la Comisión, en su comunicado.

Para la Comisión, de la misma manera que la Masacre de Trelew, el caso de espionaje de la Base Aeronaval Almirante Zar también debe ser juzgado y los culpables castigados. En la Base, en 2006, se demostró que la Marina, "que antes fusilaba, después de 30 años de régimen democrático, seguía espiando y recogiendo información sobre diferentes sectores de la sociedad civil que se organizaban por diferentes motivos", agrega la Comisión.

La Comisión critica la lógica de investigación utilizada, pues en ella las propias instituciones del Estado ven a los movimientos y a las organizaciones sociales como enemigos. Así, la Comisión cuestiona: ¿cómo se puede construir una sociedad basada en el respeto de los derechos humanos y de la democracia?

En la nota de convocatoria para el acto, la Comisión pide que el pueblo no deje que los Derechos Humanos sean usados en forma equivocada, pues ellos no se refieren sólo al pasado, o sólo a los derechos civiles y políticos, sino a todos los espacios. La discusión sobre el cumplimiento total de los Derechos Humanos pasa necesariamente por la discusión de un proyecto de sociedad que los hacen realmente respetados.

"Los gobiernos que actualmente persiguen a los luchadores de hoy, que entregan los recursos naturales a las empresas extranjeras (a costa inclusive de la extinción de ese recurso), que legislan para las grandes empresas, que no invierten en educación de excelencia ni en salud de calidad para la totalidad del pueblo", dice la Comisión.

A pesar de pensar que una sociedad que respete integralmente los derechos humanos todavía está lejos de ser construida, la Comisión entiende que ésta es una tarea que precisa del pueblo para ser cumplida, por eso "no debemos permitir que quienes detentan los poderes político y económico se apropien de ellos para desvirtuarlos".

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