"Sus familiares han sido condenados a vivir de forma prolongada en un estado de angustia extrema de la que no se puede decir que se haya atenuado con el tiempo", señaló la corte en su sentencia.

Recordó que los nueve habían desaparecido en condiciones similares; ocho de ellos fueron vistos por última vez en zonas rodeadas por las tropas turcas o que iban a ser tomadas por dichas fuerzas. Añadió que "subsisten serias dudas sobre la suerte" que se les reservó.

Los magistrados se hicieron ecos de testimonios en los que se cuenta que se vio a esos desaparecidos en prisiones turcas el mismo año en que fueron detenidos, e incluso los familiares de algunos han asegurado haberlos identificados en fotografías publicadas por la prensa griega de greco-chipriotas encarcelados como prisioneros de guerra.

Además, los restos mortales de uno de ellos, Savvas Hadjipanteli, aparecieron en 2007 en una fosa común cerca de un pueblo turco-chipriota junto a varias balas.

El Tribunal de Estrasburgo subrayó que "desde el momento en que los interesados desaparecieron y esas desapariciones se produjeron en lugares que se encontraban entonces o iban a caer en manos de las fuerzas turcas (...) Turquía tenía que rendir cuentas de lo que les ocurrió".

En cuanto a los familiares, insistió en que sufren el "suplicio de ignorar si" a los nueve desaparecidos "los mataron durante el conflicto, están todavía detenidos o, en el caso de que hubieran sido detenidos, han muerto desde entonces".

Las tropas turcas invadieron el norte de Chipre en 1974 e implantaron allí la República Turca del Norte de Chipre, que aun existe y tan sólo está reconocida internacionalmente por el gobierno de Ankara.

El número de desplazados y de desaparecidos se eleva a centenares.