- ¿Qué le parece la decisión tomada por la Secretaría de Derechos Humanos de Argentina en relación a la petición de arresto del ex ministro de Videla Martínez de Hoz?

- Me alegré porque ha tomado una actitud activa. El caso estaba muy parado. Están a punto de cumplirse dos años desde que la Federación de Sociedades Gallegas en Argentina presentó una querella. Era esperable que esto ocurriera. Es una jugada importante porque son personas de cierta envergadura en el aspecto político y económico en la Argentina, incluso actual.

- ¿Confía en que Martínez de Hoz se siente en el banquillo de los acusados y sea condenado en Argentina?

- Poco. La Justicia argentina es muy lenta. Los jueces que realmente tienen una actitud proactiva están sobrecargados de casos. El resto tiene una actitud de retención y dejan en el cajón los expedientes. Además Martínez de Hoz es un hombre mayor, con lo que no acabará en la cárcel.

- ¿Los familiares de los desaparecidos en el dictadura argentina apuestan porque sea la Justicia española la que investigue los crímenes de Videla?

- Siempre me he sentido más apoyada por España. La figura del desaparecido es una figura terrorífica para las personas allegadas pero también es terrorífico pensar que a alguien se lo puede tragar la tierra y que no hay responsables o culpables. La gente no desaparece. Lo cierto es que ha habido actos de violencia terribles contra una parte de la ciudadanía y tiene que haber responsables y ser juzgados.

- ¿Se dan por satisfechos los familiares con lo hecho por el Gobierno español por los desaparecidos?

- No sé si pueden hacer mucho más de lo que está haciendo. Hay obstáculos reales en la Justicia argentina, de hecho hay residuos de jueces que participaron aunque sea colateralmente del proceso. Con lo cual es muy complejo. La Justicia argentina siempre fue muy poco justa.

- ¿Cuándo se dará por resarcida la familia?

- Cuando los responsables reales e ideológicos de la muerte de mi padre y de otros tantos desaparecidos paguen con cárcel sus delitos como cualquier otra persona asesinada en Argentina. Sería reparatorio que esas muertes tuvieran algún sentido.

- ¿Cómo han sido estos años de lucha por conocer el paradero de su padre?

- Muy duros. La figura del desaparecido supone un duelo que no termina de cerrarse. Se tiene una sensación de peligro, no se sabe de qué.

- ¿Confía en recuperar los restos de su padre?

- La verdad lo veo complicado. En el caso de mi padre no se pudo determinar en qué centro clandestino lo tuvieron ni en qué condiciones. Existe la posibilidad de no poder recuperar nunca su cuerpo y no tener una tumba para llorarlo.