Febres: Audiencias de la Semana | Febres |
(14 de noviembre - Prensa Justicia
Ya Buenos Aires) Esta semana continúan las
audiencias de testimonios en el juicio contra el represor de la ESMA Héctor
Antonio Febres en el Tribunal Oral Federal (TOF) Nº 5 de la Capital Federal.
La
primera en declarar fue Ana María
Soffiantini, docente, quien fuera
secuestrada junto a los dos hijos, a metros de su casa en Fragata
Sarmiento y Juan B Justo. Fueron abordados por un grupo de personas armadas,
entre ellos el represor Astiz. Fue conducida a la ESMA, donde fue sometida a
condiciones inhumanas de vida y tormentos: “Convivir con los gritos, la
tortura, era lo cotidiano en la esma.”
En su
testimonio relató la existencia de los traslados: “Cada tanto, empezaban a
nombrar -a los detenidos por- los números, había movimiento de
grilletes, se armaba una fila. Esos días eran de grandes silencios...”.
Describió como supo del asesinato de Horacio Maggio, -Nariz, secuestrado que
logró fugarse de la ESMA, fue nuevamente secuestrado y asesinado- cuyo cuerpo
fue llevado a la ESMA. Los detenidos-desaparecidos fueron obligados a ver su
cuerpo sin vida. Asimismo relató como fue asesinada Norma Arrostito. “Ese
día mataron a una compañera que amábamos mucho, que respetábamos mucho.”
Asimismo detalló como los represores relataban lo que hacían con los cuerpos de
los desaparecidos: “ellos mismos nos decían que cerca había un lugar
llamado el campito, donde quemaban los cuerpos de los compañeros asesinados o
heridos. Se hablaba de “hacer el asadito”.”
“Quiere
un cuarto intermedio?” Le preguntó en un momento el juez a cargo del TOF 5,
“No, ya esperé tantos años...” contestó Soffiatini, y continuó con
su relato. Los represores la llevaron en una ocasión a Ramallo, su lugar de
origen. Al llegar, su hermano le preguntó ¿cómo te enteraste?. Su padre había
fallecido, de tristeza, y ese día lo habían enterrado. “No pude ver su
cuerpo. Tampoco el de mi compañero Hugo Onofri. Eso quisiera que los asesinos
digan: donde están los cuerpos de nuestros seres
queridos.”
Finalizando
su testimonio, Ana María manifestó: “Lo más terrible que intentaron hacer
en nosotros fue querer que perdiéramos la confianza en los compañeros. No lo
lograron, fue la gran batalla que dimos ahí adentro.”
El
siguiente testimonio fue el de Ana María
Martí.
Conoce a
las victimas de la causa?, le preguntó el presidente del TOF 5 cuando comenzaba
su testimonio. “A Margari y Garcia los conocí en la ESMA. A Lordkipanidse lo
conocí hace unos años, no lo vi en la ESMA porque fue secuestrado después de que
me llevaran al anexo de la ESMA. A Josefa Prada de Oliveri no sé si la vi en la
ESMA, porque allí vi cientos y cientos y cientos de personas
detenidas-desaparecidas encapuchadas y engrilladas a quienes no podría
reconocer.”
“Quiero
decir que estuve 20 meses secuestrada en la esma y 1 mes en un anexo”, comenzó
diciendo la testigo. Fue secuestrada el 18 de marzo de 1979, en la estación de
tren El Tropezón, cerca de San Martin. Cuando fue a sacar el boleto, el vendedor
trató de advertirla del peligro con la mirada. Fue rodeada por un grupo de entre
12 y 15 personas.
Fue
llevada a la ESMA, y la llevaron al sótano, donde le sacaron una fotografía.
“Víctor Basterra, cuando sacó los documentos y las fotos, entre eso estaba mi
ficha de entrada en la ESMA, que fue publicada en tapa en un ejemplar del Diario
del Juicio”, relató Martí.
Allí fue
sometida a condiciones inhumanas de vida y tormentos. Identificó detalladamente
quienes eran los represores que actuaban en la ESMA. Fue conducida al altillo
del Casino de Oficiales, conocido como Capucha. “La cucha, un cajón sin
tapa. Allí estaba esposada y engrillada.”
Su
relato sobre el paso por este campo de concentración fue muy amplio y detallado,
un enorme ejercicio de memoria. Imaginen si tuvieran que recordar día por día lo
que fue sus vidas durante dos años, suele decir Ana María para dar una dimensión
de lo que significa.
Y lo
hizo, habló de la primera persona que conoció detenida en
Capucha:
“A mi
derecha había una mujer de 50 años que se quejaba de dolor día y noche sin
parar, tenia las piernas negras de los moretones. Cuando pasaba repetía: DIOS
MÍO ESTO ES UN GENOCIDIO, DIOS MÍO, DIOS MÍO, ESTO ES UN GENOCIDIO. Era Alicia
Eguren, la mujer de John
William Cooke. Se la
llevaron.”
Y lo
hizo, habló de los traslados:
“Lo peor
de la capucha eran los traslados, en general eran los miércoles, nos decían que
eran a centros de recuperación que la marina tenia en el sur. Ese día no volaba
una mosca, vaciaban el sótano. Una vez me llevaron a una salita de
interrogatorios y se olvidaron de mi, y vi entrar al sótano a un enfermero de
botas blancas, llevaba una bandeja de metal con tubos de metal, algodones y
jeringas. Arriba
no nos podiamos mover. Los
guardias iban llamando a los detenidos por numero. La puerta se abría y se
cerraba, los sacaban de a uno. Me anunciaron mi traslado 3 veces. “Yo quería
estar en una cárcel, con una reja gruesa, gruesa, que me separara de los
represores.”
El día
siguiente del traslado en el sótano había marcas de zapatillas arrastradas, olor
a desinfectante. Tincho, un detenido-desaparecido, contó que lo llevaron al
sótano, que lo inyectaron, pentonaval, que lo llevaron en un camión, lo llevaron
a aeroparque. A él lo devolvieron a la ESMA. Estaba medio
adormecido.”
Y lo
hizo, habló de los bebés nacidos en la ESMA:
“Si de
alguien puedo decir que lo vi todos los días es a Héctor Febres. Era operativo,
hacia compras, torturaba, llevaba a los detenidos a las casas de sus familiares,
pero sobre todo fue responsable de la canallada de los
bebés.
Era el
que se ocupaba de las mujeres embarazadas. Yo iba cada vez que podía a la sala
de las embarazadas. Un día estaba en la pieza de las embarazadas, había 3 o 4
compañeras, entre julio y agosto, entró
Febres haciéndose el canchero, traía unas hojas de papel, sobres y lapiceras, se
sentó y les empezó a decir que prepararan una carta para el familiar que ellas
habían elegido para que cuidara el bebé. Les aconsejaba que pusieran los datos
del bebé. Cuando ya se iba, Febres se levantó y dijo -cínicamente-: no se
olviden de poner bien clarito el nombre y la dirección de su familiar, a ver si
todavía me equivoco y la dejo en una casa con una familia que nada que
ver.
Vi a
Febres con un moisés, con ajuares de lujo, ahí me di cuenta que no los
entregaban a las familias.
Estos
juicios, todo lo que se fue sabiendo en los 30 años están basados en nuestros
testimonios, pero si yo agarro el testimonio del 79 y veo lo que ha pasado
ahora:
En el
año 1979, en plena dictadura, a pocos meses de haber salido en libertad, dijimos
que habíamos visto una chica muy jovencita, Bebé, Alfonsín de Cabandie, que
había tenido un varón. Sabemos que fue apropiado por un policía de apellido
Falco, y que hace un pocos años recuperó su
identidad.
Dijimos
que habíamos visto a Patricia Roisinblit, su bebé fue apropiado por un represor
de la aeronáutica, y hoy es un nieto recuperado.
Sabemos
de Cecilia Viñas, su bebé fue apropiado por el represor de la ESMA Jorge
Vildoza, y hoy está recuperado.
De Maria
Hilda Pérez de Donda, dijimos que tuvo una nenita, fue apropiada por un represor
de la prefectura, Azic. Fue recuperada hace muy pocos
años.
Ellos,
los hijos recuperados son no sólo testimonio, sino prueba muy contundente de lo
que ha pasado.
Lamento
que Febres no esté en esto momento.
Que deje
de torturar a las familias, que no saben donde están sus hijas, sus hijos, sus
hermanos, y que saben que hay bebés, sangre de su sangre, no los pueden
encontrar, y yo no tengo dudas que Febres, Acosta, los represores saben donde
están.
FEBRES
SABE DONDE ESTÁN LOS HIJOS DE LAS COMPAÑERAS:
ANA
RUBEL DE CASTRO (6/77)
MARÍA
DEL CARMEN MOYANO DE POBLETE (6/77)
IRIS
GARCÍA DE BUSTAMANTE / MIRYAM OVANDO (7/77)
SUSANA
BEATRIZ PEGORARO (12/77)
SUSANA
LEONOR SIVER (1/78)
LILIANA CARMEN PEREYRA (1 ó 2/78)
MARÍA GRACIELA TAURO (9 ó 10/77)
SILVIA DAMERI RUIZ (1980)
Febres
es un torturador hoy, las familias siguen torturadas hoy.
Ana
María fue sometida a trabajo esclavo, en la Pecera, donde era obligada a
realizar traducciones del francés. “Me llevaban con grilletes, la mejor
muestra de la esclavitud.”
Dijo de
sus compañeros:
“Había
un grupo importante de compañeros en la Pecera, siempre digo que si estoy viva
es gracias a mi compañeros de la capucha y de la pecera, porque aun ahí donde
nos decían claramente que no podíamos ser solidarios porque era ser subversivos,
aun en los peores momentos que tuve que pasar, siempre me contuvieron, fueron
terriblemente solidarios conmigo.”
Lo peor
que le sucedió en la ESMA:
“El 4 de
octubre el tigre Acosta me informa que mis hijos habían sido secuestrados por el
ejército.” Le
dijeron que sus hijos no iban a ser devueltos a su familia porque estaban muy
politizados: tenían 6 y 8 años.
Ana
María pasó su último mes de cautiverio con sus hijitos en un anexo de la ESMA,
una quinta que no logra ubicar, donde los tuvieron secuestrados a los tres.
Finalmente, fueron llevados a Ezeiza y de allí viajaron exiliados a España, a la
casa de una abuela. Febres le siguió los pasos hasta allí, e incluso un día le
golpeó la puerta y entró a su casa allá, evidencia de la continuidad de la
vigilancia y la persecución.
“Fue muy
difícil sobrevivir. Me pasé años explicando por qué estaba viva, porque te
decían que si estabas en libertad era por algo.” Ana
María estuvo refugiada en Suiza desde 1979 hasta 2003, año en que volvió por
primera vez a la Argentina.
La
audiencia continuó con el testimonio de Elvio Héctor Vasallo, de 75 años,
quien fue secuestrado en marzo de 1977, cerca de su casa en haedo. Fue llevado a
la ESMA, donde fue sometido a condiciones inhumanas de vida y a tormentos. Allí
fue sometido a trabajo esclavo durante su cautiverio. “Nací en el 32, en
el 30 ya había habido un golpe militar, crecí escuchando como me tenia que
vestir, que tenia que leer. Han pasado 30 años, y me digo será justicia? No será
justicia? Tengo 75 años.”
El
último testimonio de la tarde fue el de Ana
Testa, secuestrada
el martes 13 de
noviembre -exactamente 28 años después se encontró dando su testimonio en este
juicio-, fue conducida a la ESMA donde permaneció detenida-desaparecida hasta el
25 de marzo de 1980. Allí fue sometida a tormentos y a trabajo esclavo.
“Creo que no es importante abundar en la tortura física sufrida, tortura
era todo, declaré en causa esma del 87 que luego fue inhibida con las leyes
-de impunidad-. También declaré en España y deben tener mis
testimonios, así que lo deben saber de memoria”, le dijo al
tribunal.
La
testigo se refirió a su secuestro identificando a los represores que
participaron de él: “palito, fafá, gerardo, gordo juan carlos. En 28 años
y gracias al trabajo de Victor Basterra de sacar los negativos, pudimos ponerles
nombres y apellidos. Por ejemplo palito es Donda, Gerardo es Peyón, que está
muerto -son muchos 28 años para empezar un
juicio-.”
Realizó
una descripción detallada del sótano, donde estuvo encerrada durante casi todo
su cautiverio. Nombró a los compañeros con los que compartió cautiverio:
“Hay mucha gente que no puede estar testimoniando en este juicio, por
ejemplo los Villaflor.”
Finalizó
su testimonio pidiendo por la identidad de los hijos de desaparecidos apropiados
por los represores: “Mas allá de que se lo juzgue en este juicio por
torturas, creo poco en la justicia, -a pesar de ello- iré a
denunciar cada vez que sea necesario, porque tenemos que encontrar a los 400
chicos nacidos en cautiverio, al menos deberían decirnos donde están, ellos son
los desaparecidos de hoy, los desaparecidos de identidad.”
PROXIMAS
AUDIENCIAS
Jueves 16 de noviembre 10 hs:
Testimonios de Mario Villani y Martín
Gras.
Lunes 19 de noviembre 10 hs:
Testimonios de Lázaro Gladstein y Fernando Kron.
Miércoles 21 de noviembre: ALEGATOS
de las querellas.
Jueves 22 de noviembre: Alegato de
la Fiscalía.
Prensa
JUSTICIA YA!
en Buenos
Aires.
Contactos:
Carlos Lordkipanidse (AEDD,
querellante): 15 3208 9786
Myriam Bregman (CeProDH, abogada de
la querella) 15 4170 2398
Luis Bonomi (CeProDH, abogado de la
querella): 15 5057 7942
Liliana Mazea (Fidela, abogada de la
querella):15 5816 9178
Pedro Dinani (LADH, abogado de la
querella): 15 6588 1616
Justicia Ya Bs. As. está integrado por : AEDD - AGD UBA - A.L.I. -APEL -
Asociación Anahí - CADHU - CAJ - Ce ProDH- CODESEDH - Com. de DDHH de Uruguayos
en Argentina - Com. de DDHH del PC - Com. por los DDHH de Trenque Lauquen Pcia.
Bs. As. - Com. de Homenaje a los Desaparecidos y Mártires Populares - CORREPI -
FIDELA - H.I.J.O.S. Regional Oeste - IRE - Liberpueblo - LADH - Vecinos de San
Cristóbal contra la Impunidad
Nos representan en este juicio:
Liliana
Noemí Mazea (FIDELA); Myriam Bregman y Luis Bonomi (CeProdh); Elea Peliche
(Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos); Guadalupe Godoy, Pedro Dinani y
Sabrina Dentone (Liga Argentina por los Derechos del Hombre); Jorge Eduardo
Cárdenas Candiotti (Instituto de Relaciones Ecuménicas); Claudia Ferrero (APEL);
Liliana Molinari y Alberto Palacios (CODESEDH); y Leonardo Sinistri (Abogados
laboralistas de izquierda)
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