HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE LANUS

Visto

La importancia histórica que han tenido las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y

Considerando

Que a partir de marzo de 1976 muchas madres y padres salieron a buscar a sus hijos, salieron de sus casas, de sus rutinas habituales, a enfrentar al aparato represivo más importante de la historia del país. Recorrieron hospitales, caminaron juzgados, se atrevieron a ir a comisarías y a cuarteles. Buscaron en las morgues. En esos tiempos nadie sabía nada. Imperaba la ley del silencio.

Que la mayoría de las Madres eran amas de casa, y sabían que no había otra cosa que hacer que dedicar cada hora, cada minuto y cada segundo de sus vidas a la búsqueda de sus hijos. Estando solas, se movieron, preguntando inútilmente, aturdidas por tanto silencio. Empezaron a cruzarse una y otra vez. Empezaron a reconocerse y a descubrir que había otras que compartían esa desesperación e incertidumbre.

Así, ese fue quizás el primer triunfo de las Madres, estaban derrotando al aislamiento. Comenzaron a encontrarse, reunirse, acompañarse. Estar juntas fue el modo de escaparle al terror que implicaba estar solas. Una de esas mujeres dijo: Basta!, tenemos que ir a la Plaza de Mayo, tenemos que hacer ver y oír lo que nos pasa. Era una mujer con nombre de flor. Ese grupo de mujeres sintió que Azucena Villaflor tenía razón: el lugar de esas Madres sería la Plaza de Mayo.

Que su primera reunión en la plaza fue el sábado 30 de abril de 1977, y las primeras 14 mujeres fueron: Azucena Villaflor, Beta Braverman, Haydée García Buelas, Maria Adela Gard de Antokoletz, Julia Gard, Maria Mercedes Gard, Cándida Gard, Delicia Miranda, Elida Caimi, Mirta Acuña de Baravalle, Beatriz Neuhaus, Raquel Arcushin Raquel Radio de Marrizcurrena y Josefina García de Noia.

Como no había casi nadie por ser una zona tan céntrica, a partir de la semana siguiente comenzaron a reunirse los días jueves, el emblemático día que nunca más abandonarían.

La policía comenzó a desconfiar, el Estado de Sitio reinante impedía todo tipo de reuniones de tres o más personas.

Fue así como surgió la orden: “Caminen, circulen, no se pueden quedar acá”. Ellas se pusieron a caminar a circular, en parejas de a dos, alrededor del Monumento a Manuel Belgrano y en sentido contrario a las agujas del reloj.

De ese modo se reunieron el primer jueves, al jueves siguiente las esperaba un escuadrón entero. Ellas cambiaban el horario de encuentro, caminaban en grupos separados, poco a poco envolvieron la Pirámide Mayo, marchas que ya nadie podía detener. Habían aprendido de sus hijos y llevaban consigo botellitas de agua con bicarbonato por si las esperaban con gases lacrimógenos. Las Madres habían decidido transformar el llanto en acciones.

Que entre los treinta mil argentinos desaparecidos hay cientos de niños que o fueron arrancados de sus padres en el momento de ser secuestrados o nacieron en cautiverio siendo privados del derecho elemental a la identidad y cometiéndose contra ellos delitos de lesa humanidad.

También y en total igualdad lleve nuestro reconocimiento para las Abuelas, quienes buscando a sus hijos se dieron cuenta que eran muchas las que tenían a sus hijas o nueras embarazadas al momento de la desaparición y ninguna había recibido información acera de ese nieto o nieta. Dándose cuenta que era una nueva lucha que comenzar, la de recuperar a esos nietos que nadie les decía donde estaban., así el 22 de Octubre de 1977 nacieron las Abuelas de Plaza de Mayo. Con un trabajo incesante hasta el día de hoy, cuando se llevan recuperados 88 nietos.

Que fueron las Abuelas las que crearon en nosotros la conciencia de lo que significa el conocer su verdadera identidad, de saber cuales son sus raices, de que toda la sociedad sepa que la identidad es un derecho, el derecho de conocer su verdadero pasado, quienes son sus verdaderos familiares y que hicieron.

Es oportuno recordar uno de los fundamentos del proyecto aprobado en marzo del 2006 por este cuerpo, al momento de crearse la Comisión de Derechos Humanos, en el que se decía que “la vigencia, la promoción y la difusión de estos derechos hacen a la calidad de vida de los lanusenses y al rescate de la memoria para que formemos a las futuras generaciones en la conciencia de que la violación de estos derechos es inadmisible, y que si esta violación es por parte del estado el delito en de lesa humanidad, por ser aberrante e inadmisible”.

Así es que a lo largo de esta historia, la historia de nuestras queridas Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, podemos decir que entre tantas cosas ellas nos enseñan día a día a convertir al dolor en acción, La parálisis y el miedo en lucha, la desesperación en coraje.

Por todo lo expuesto, los concejales abajo firmantes solicitamos se preste sanción favorable al siguiente Proyecto de

Ordenanza

Art.1°: Nomínese el actual espacio verde delimitado por las calles Sitio de Montevideo, Joaquín V. Gonzalez y Velez Sarsfield con el nombre de Plaza “Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”.

Art.2°: Colóquese en el lugar una placa de granito de aproximadamente 1 metro por 70 centímetros con la leyenda “Homenaje del pueblo de Lanús a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo por su incansable lucha en busca de la Memoria, la Verdad y la Justicia”.

Art. 3°: De forma