Lo han intentado todo para desviar incluso la opinión de quienes, sin tener la obligación ni la oportunidad de averiguar minuciosamente las cosas como son, sufren sin embargo este golpe brutal idéntico a los asestados por la Dictadura Militar. Han mantenido la desaparición como “averiguación de paradero” durante el tiempo más importante para salvar a cualquiera de las garras de los criminales. Han comenzado la búsqueda por la víctima del secuestro, cuando tenían a mano a lo más granado de las patotas organizadas, actuando e identificados. Y al respecto queremos ser claros: desde el primer día dijimos que buscar al desaparecido y no a los desaparecedores, era una clara demostración del compromiso de impunidad con éstos y de la complicidad de Kirchner y el PJ con los criminales de siempre.

Esta complicidad se ve dibujada hoy por la enorme cantidad de “actuaciones fallidas”, “diligencias fracasadas” y “demoras” que son denunciadas por los compañeros que se ocupan de manera muy cercana en el expediente, que más que nada es un prontuario de una Administración del Terror.

Pero si algunas de las cosas que decíamos entonces, más precisamente el día 21 de septiembre del año pasado, eran cuestionadas por algunos por parecerles conclusiones arbitrarias, la acción de Kirchner en este año viene a confirmar que de ninguna manera lo eran y que aún la aparentemente más grosera, tiene asidero en la realidad. Es evidente que Kirchner ampara políticamente al fusilador Sobisch y encarcela a los que reclaman por el castigo; es definitorio que Kirchner da cobijo a su amigo Varizat que en el intento de asesinar a maestros que lo repudiaban hirió a nada menos que 17 y ahí está, acusado de lesiones graves, o sea, como pasa con una pelea fuerte en cualquier cancha de fútbol y punto; es claro que para hacer los actos de su mujer encarcela como en La Plata o balea como en Caleta Olivia a trabajadores; es clarísimo que usa más tropa judicial para la represión que el mismo Menem y que ha cumplido con el Imperialismo sancionando una Ley Antiterrorista que ningún Gobierno desde el 83 se atrevió siquiera a tentar; es en definitiva claro que su vocación represiva no dista un centímetro de la de cualquier de los personajes más odioso que debimos sufrir.

Por otra parte, cabe preguntarse por qué no habría de tener este signo, si el plan de entrega y sometimiento al Imperialismo sigue siendo el mismo y es más, se profundiza en lo económico. O acaso estos no son de los planes que se “sostienen sobre las bayonetas”?. O a alguien se le puede ocurrir que el Partido del “aniquilamiento de la subversión” que preparó tan meticulosamente un arsenal legal y bélico contra el pueblo ha cambiado cuando vemos a los mismos diputados, a los mismos funcionarios y a los mismos milicos entronizados como en los 70?.

No hay museo, bajada de fotos o simulación por el estilo que borre que el mismo Gobierno está impulsando nada menos que “leyes de reparación económica para los que combatieron a la subversión”, que está pagando pensiones a asesinos como Astiz, que asciende a generales que propusieron la defensa corporativa de sus “camaradas perseguidos políticos” (o sea la defensa de los genocidas) o que mantiene en cada Provincia a represores como el Coronel Bernhardt en puestos ministeriales, como en el caso de Santa Fe, o más claro aún, el recientemente renunciado por insostenible, Roqué, como Jefe de Policía de Santa Cruz, feudo de los Kirchner.

La entraña de este Gobierno es esa y no otra y por lo tanto, cualquier exigencia deberá ser sostenida con una profundización en la lucha. Al reclamo debemos unirle una acción más profunda, a la petición una acción drástica, a la denuncia una claridad descarnada de toda especulación.

En este orden, ya que el Gobierno no va por ellos, debemos armar al pueblo con el deseo de marchar sobre cada cueva de genocidas, con la conciencia de que es necesaria la autodefensa y con la seguridad de que aunque grande, el enemigo es más dañino si se lo deja andar sin obstáculo alguno a sus designios. Más aún si se lo reviste de “progresismo” o se le otorgan tiempos que ya no merecen.

Hace un año denunciábamos que los secuestradores de Julio López estaban organizados en distintas entidades de mal público y partidos, además de pertenecer a las filas de las fuerzas de seguridad asesinas de todo tipo. En consecuencia marchamos contra algunas guaridas de estas alimañas, como la vocera de Memoria Completa en la región, la mujer de Amelong; o el local de Sobisch. Y lo seguiremos haciendo tal como lo han hecho muchos compañeros en otras ciudades del país. Es preciso que estas acciones populares se multipliquen. No es con una manifestación ritual o diciendo las cosas a medias que se ganarán sostenedores de las causas populares.

Si es el derecho popular que no vuelva a pasar lo que pasó desde la Triple A en adelante, es preciso hacerlo valer antes que refugiarse en la mera recordación.

Por supuesto que consideramos imprescindible la movilización, pero a condición de que los objetivos estén bien claros y que no sirva para contradecir otros métodos de lucha. Si la movilización sirve para ocultar la crítica profunda o cuestionar la acción contundente y clara, entonces no sirve; confunde y propicia el avance de los planes represivos.

Por los presos políticos, por su libertad y su integridad amenazada por la indiferencia calculada del Gobierno, como en los casos de Fernando Esteche, el Boli Lescano y José Villalba, hoy en huelga de hambre; por el castigo a todos los culpables del fusilamiento del maestro Carlos Fuentealba; por la aparición de JORGE JULIO LOPEZ; por el castigo a todos los asesinos de ayer y de hoy y para enfrentar a los que alientan la política de impunidad establecida; hay que marchar contra el Gobierno.

*LIBERTAD A TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS.

*SOLIDARIDAD ACTIVA CON LOS COMPAÑEROS EN HUELGA DE HAMBRE FERNANDO ESTECHE, RAUL LESCANO Y JOSE VILLALBA.

*APARICIÓN CON VIDA DE JORGE JULIO LOPEZ Y CASTIGO A LOS RESPONSABLES DE SU SECUESTRO.

*BASTA DE REPRESION

*CONTRA EL GOBIERNO Y SU PLAN DE REPRESIÓN AL PUEBLO LLAMADO “LEY ANTITERRORISTA”.

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