Desaparecido el 16 de julio de 1976

César era riojano. Tenía 22 años. Trabajaba en la Universidad Provincial de La Rioja, en el área de Bienestar Estudiantil.

El día 16 de julio de 1976, a la 1:30 horas, un grupo de personas armadas irrumpió en la casa donde Cesar vivía con sus padres. Manifestaron pertenecer a la Policía Federal, pero no mostraron ninguna identificación. Lo obligaron a levantarse y vestirse a César, mientras golpeaban y arrojaban al suelo a su hermana. Amenazaron a la familia de muerte si se movían.

César fue introducido por la fuerza entino de los dos vehículos que estacionaron al frente y sin patentes identificatorias y se alejaron rápidamente. Así como estaba, la madres salió desesperada a la calle. Tomó un atajo y salió al paso de los vehículos pretendiendo seguirlos, hasta que deteniendo la marcha bajaron del vehículo amenazando matarlos de inmediato, mientras César desde el interior les rogaba que no le hicieran daño. La madre no pudo hacer nada más y vio como continuaban por Avda. Facundo Quiroga rumbo al oeste.

A la mañana muy temprano comenzaron las averiguaciones en la Delegación de la Policía Federal, en la Provincial y en el mismo Batallón 141, recibiendo como respuesta que ellos no habían realizado ningún procedimiento y desconocían el hecho. De inmediato presentaron Hábeas Coipus ante el Juzgado Federal, el que lo desecharon, por cuanto debía atenerse a las instrucciones del Comando del Área 314 del 111 Cuerpo. Igual respuesta recibieron de los diarios locales ante el intento de publicar la noticia. Intentaron un Hábeas Corpus en el Juzgado de Instrucción N° 2 de la Provincia, sin resultado alguno. Después de un tiempo se planteó por intermedio del Movimiento Ecuménico de Derechos Humanos una acción ante la Cámara Nacional en lo Penal de la Capital Federal, en donde se informó que existía una orden de captura expedida por la autoridad militar y dirigida a la Policía Federal en el orden nacional. Tiempo después, una Comisión que encabezaba un Señor que se identificaba como Mayor Rama, realizó una amplia requisa en el domicilio de la familia, llevándose por acción de la intimidación, diversos efectos tales como libros, máquina de fotografía, grabador y otras cosas que consideraban podían contener elementos probatorios de actividades cuya investigación supuestamente realizaban. En un Hábeas Corpus presentado a la Justicia Nacional, la Policía Federal informó que tema solicitada la captura de César Antonio Minué. Según el testimonio de un conscripto, éste vio a César Antonio en el Batallón de Ingenieros 141. Además, una liberada del Campo La Perla declaró que en ese lugar un muchacho le dijo: "Soy Minué de La Rioja".

Hasta el momento César continúa desaparecido.

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