La Montaña
De lejos la mirábamos, altiva, desafiante, esperando respuestas a nuestro compromiso. Ella era la montaña amiga de los vientos, con su vieja costumbre de tutear a las nubes. Nosotros sólo éramos un grupo sediento de aventuras, que unimos nuestros brazos para formar sólo uno. Nuestros brazos de amigos...