Laffitte, Paulo Alberto

El Escuadrón Perdido, por José Luis D'Andrea Mohr.
  
 


Nació: 6 de marzo de 1955 
Desapareció: 18 de noviembre de 1976
Unidad: Compañía de Esquiadores de Alta Montaña
Jefe: mayor Fernando BARRAULT 
Segundo jefe: Teniente primero Mario GODOY 
Comandante de Zona: General Luciano Benjamín MENENDEZ 
Comandante de Subzona: General Jorge A. MARADONA 
Jefe del Distrito Militar Mendoza: Coronel Juan Esteban ECHAZU


Paulo Alberto LAFFITTE comenzó su servicio militar obligatorio el 5 de febrero de 1976 en la Compañía de Esquiadores de Alta Montaña, emplazada en Puente del Inca, Mendoza.

El 22 de septiembre de 1976 su madre, en Buenos Aires, recibió una carta del hijo soldado que la llenó de preocupación:

"Mami:

"He recibido tu carta y a la vez que me causó mucha alegría, sentí angustia por lo que en ella escribes, sé que tengo que comunicarme más seguido con ustedes pero es dificil para mí sentarme a escribir y hablar de cómo me van las cosas, o si estoy bien o mal, así siempre me encuentro deprimido, de mal humor o con algún problema, como en este caso. Vos sabés cuánto te extraño no sólo a vos sino también a las chicas, deseo estar pronto con ustedes, pero mi ida a Buenos Aires es cosa ajena a mí, no soy yo quien decide. Más ahora que me encuentro metido en un problema bastante serio y peligroso; me han complicado con un tipo que se droga, a esto se suma la creencia de que yo soy marxista, todo por culpa del segundo jefe de compañía, él me fabricó como guerrillero, es un obsesionado.
"La cuestión es que el caso llegó al Comando de la Brigada y allí decidieron que debían castigarme, todavía no sé en qué consiste el castigo pero sé que no será blando.
"Mami, quiero que en lo posible me ayudes a salir del embrollo, primero quisiera que me llames, presentando cualquier problema, yo trataré desde aquí convencer al Jefe que me deje salir, necesito estar en Buenos Aires para hablar con algunas personas que me pueden dar una mano.
"Creo que la jura es el 9 de octubre, yo no quiero ir, me voy a quedar en el cuartel, cumpliendo con los servicios esenciales. De cualquier manera, es preferible evitar el gasto que representa venir a Mendoza.
"Si me impiden salir, te mandaré escrito todo el problema. Por favor mandame cigarrillos, té y azúcar. Gracias.

"Paulo"


La familia de Paulo no tuvo más noticias de él hasta que el 15 de noviembre de 1976 les llegó otra carta del conscripto:


"Mami:

"Como siempre, deseo que estés bien de salud y de espíritu, al margen de los problemas económicos que seguramente tendrás, como ya sabés estuve en el Hospital Militar Mendoza bajo observación médica y pasé 16 días panza arriba, lo cual me vino muy bien, dormí lo suficiente como para calmar los nervios y sentirme mucho mejor.
"Muy pronto estaré en Buenos Aires ya de baja por eso necesito que me mandes los zapatos y una camisa, la camisa te la pido porque la ropa que aquí tengo es muy abrigada y no sirve para los calores que están haciendo.
"Te ruego que me mandes la encomienda lo antes posible. Me despido de vos con cariño.
"Saludos a Noemí y Mónica.

"Paulo
"P. del Inca 15/11/76"


La mamá de Paulo se sintió más tranquila ante la inminente baja del muchacho; no sabía que había recibido la última carta de su hijo.

Pocos días después, el 24 de noviembre, en un claro acto intimidatorio, las dos hermanas de Paulo fueron detenidas y liberadas antes de una semana.

El 21 de diciembre de 1976 la mamá de Paulo envió una carta a la Compañía de Esquiadores, que fue respondida por su jefe el 3 de enero de 1977. En su respuesta, el mayor BARRAULT le comunicaba que el soldado LAFFITTE había sido dado de baja el 18 de noviembre de 1976 al ser declarado por la Junta Médica del Hospital Militar Mendoza "inútil para todo servicio por Personalidad Psicopática".

Con la angustia de no saber dónde estaba Paulo, incrementada por lo ocurrido con sus hijas Noemí y Mónica, la señora viajó a Puente del Inca y fue recibida por el mayor Fernando BARRAULT. Este jefe le explicó que el muchacho había sido derivado al Hospital Militar Mendoza porque lo sorprendieron "aspirando Suprabond" con otros soldados. Agregó que estaba de baja, tal como le narrara en la carta del 3 de enero, y que lo probable, "dada su edad, es que ande por allí con una mujer". La mamá de Paulo pidió entrevistar al teniente primero GODOY, pero BARRAULT le dijo que ya no revistaba allí.

La atribulada mujer se presentó en el Hospital Militar Mendoza y en ese lugar el doctor LAFOURCAT le dijo que el muchacho había sido internado por solicitud del médico de la Compañía de Esquiadores porque consideraba que el joven padecía de "personalidad psicopática", diagnóstico corroborado -dijo- por la Junta Médica el 17 de noviembre de 1976.

El calvario de la madre de Paulo continuó en el Comando de la Brigada de Infantería de Montaña VIII, a cargo entonces del general Jorge MARADONA, pero no obtuvo resultados porque, para los militares, el ex soldado desaparecido era ya un civil. La búsqueda continuó en el ferrocarril, la policía y empresas de transportes de Mendoza. Nada. Ya en Buenos Aires, cuando la señora decidió hacer nuevas averiguaciones o denuncias, le aconsejaron "desistir" para no poner en peligro la vida de sus dos hijas.
Paulo jamás apareció.

 

 

 

 
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