Hospital Posadas

 

En el policlínico Alejandro Posadas de la localidad de Haedo funcionó un C.C.E. que actuaba coordinadamente con las Comisarías de Castelar y Morón, con la Superintendencia de Seguridad Federal y el Grupo de Tareas de Aeronáutica.

Los hechos ocurrieron a la vista tanto de los empleados como de las personas que concurrían al establecimiento, ocasionando un generalizado terror que provocó el silencio de todos. Las víctimas revistaban en la mayoría de los casos como personal del nosocomio. Los represores que actuaron allí pertenecían según las constancias al Ejército, Aeronáutica, Policía Federal, Policía de la Provincia de Buenos Aires. Además una parte de ese grupo provenía del Ministerio de Bienestar Social - Secretarla de Estado de Salud Pública - contratado especialmente por las autoridades del citado Hospital. Esta patota se había denominado «SWAT».

El operativo mencionado en testimonios anteriores realizado el 28 de marzo de 1976 y dirigido por el general Bignone, «La Razón», 30-3-76, culminó como se dijo con la detención de un grupo de cuarenta personas. A partir de ese momento, quedó como interventor del Policlínico el Coronel médico Abatino Di Benedetto, quien declaró en comisión a todo el personal y lo licenció con prohibición de concurrir al establecimiento. Posteriormente fue designado Director interino el Coronel médico ( RE) Julio Ricardo Estévez . A partir de estas de signaciones comienzan a encadenarse las detenciones de un gran número de personas.

El hijo de María Teresa de Cuello (Legajo N° 1172) denuncia:

«El 26 de noviembre de 1976 a la madrugada invadieron nuestra vivienta numerosas personas armadas, algunas con uniforme. Preguntaron quién era Teresa. Debo tecir que en el único lugar en que llamaban así a mi matre era en el Hospital Posadas, donte trabajó como técnica en esterilización. La secuestraron y esa misma madrugada también se llevaron al señor Chester, que vivfa cerca de nuestra casa. Cuando mi hoy fallecido padre intentó oponerse, le partieron la cabeza de un culatazo. Reconocí entre los secuestradores a Nicastro (Legajos N° 1 172-3877).

 

Gladys Cuervo (Legajo N° 1537), aporta mayores precisiones sobre el funcionamiento de este C CD:

«El 25 de noviembre de 1976 me llamó Estévez a la dirección. Alll me encañonaron y colocaron los brazos a la espalda. Por la nochecita me sacaron en una camioneta, y depués de dar varias vueltas me dijeron que estaba en Campo de Mayo. Sin embargo me di cuenta que estábamos en la parte de atrás del Policlínico. Me desnudaron y trompearon, interrogándome sobre unos volantes que yo no había visto. Depués vinieron otras personas que me picanearon. Durante varios días siguieron torturándome. De Chester supe también por los comentarios que me hizo el nombrado "Juan", que era flojo y no aguantaba la picana, al pasar pude ver al médico Jorge Roitman, quien estaba en un charco de orina y sangre. Tiempo después me envolvieron en una manta y me tiraron al piso de atrás de un auto. Me llevaron a una tapera donde me ataron de pies y manos a una cama. Permanecí unos cincuenta días allí, donde me dieron medicamentos y alimentaron mejor. Utilicé platos y cubiertos con la inscripción de la Aeronáutica. El 22 de enero de 1977 me llevaron a mi casa. Había perdido 14 kilos. Entre mis torturadores reconocí a Nicastro, Luis Muiña, Victorino Acosta, Cecilio Abdennur, Hugo Oscar Delpech y Oscar Raúl Tevez».

 

El caso de Osvaldo Fraga (Legajo N° 237), relacionado con la desaparición de Rubén Galucci, adquiere relevancia para completar una definición sobre la relación de Policlínico Posadas con los demás campos dependientes de la Fuerza Aérea. Testimonia Galucci:

«Fui detenido el 2 de diciembre de 1976 en el Policlínico Posadas donde desempeñaba tareas administrativas, junto con el enfermero Osvaldo Fraga, en presencia de personal y de pacientes. Fuimos llevados en autos separados a la Comisaría de Castelar. Los interrogatorios se realizaron en la planta superior y los responsables de los mismos eran miembros de la Fuerza Aérea de Morón. A ninguno de los dos nos acusaron en ningún momento de cargos concretos y sólo nos pedían información sobre médicos, enfermeros y empleados del policlínico que hubiesen realizado actividades políticas o sindicales. Nos picanearon y mantuvieron siempre vendados. En el sector de la comisarfa donde estabamos sólo podían entrar los de Aeronáutica y los cabos de guardia que traían la comida desde la base de Morón.

A mediados de diciembre me colocaron junto a Fraga en una celda. Diez días después nos trasladaron en el baúl de un auto a otro lugar, dentro de la Base, donde las condiciones de encierro se tornaron infernales. En dos oportunidades vi a Fraga junto con otros detenidos. En ambas nos encontramos sin vendas en los ojos, completamente desnudos y con el cuerpo desgarrado, cubiertos de heridas, en una habitación donde nos reunían para darnos de comer. Posteriormente me trasladaron a Haedo, luego nuevamente a Castelar, hasta mayo de 1977, cuando me legalizaron. El Ministerio del Interior informó a mi familia que estaba a disposición del PEN, sin causa judicial y que el área que ordenó mi detención fue Aeronáuuca de Morón».

 

El 24 de mayo de 1984,-la CONADEP realizó un procedimiento en el «Hospital Profesor Alejandro Posadas». El C.C.D. estaba ubicado en los fondos, en un chalet de dos plantas. Gladys Cuervo, quien junto con otros testigos asistió al procedimiento reconoció sin dudar diversas dependencias, en especial el placard en el que había estado largos días encerrada, e individualizó la habitación en la que se la mantuvo junto al doctor Roitman, a quien vio agonizando.

 

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